Nancy Huamán Huamán
La revisión documental archivística nos da luces para conocer la procedencia y oficios ejercidos por Diego Dávila; sin embargo, también genera confusión porque se presenta un caso de homonimia que por un momento complica la investigación. Debemos tener en cuenta que en el siglo XVI ocupar un cargo religioso era una gran opción laboral, y precisamente es aquí donde uno de los expedientes ubica a Diego ejerciendo el papel de clérigo.
Corría el año de 1592 y Juan de Alvear, catedrático en la universidad de Los Reyes, presentó una solicitud ante el rey de España. En el cuerpo de esta petición se describe a Diego de Ávila Briceño como hombre “bien nacido, hijo de algo limpio […] y sus pasados fueron muy servidores de vuestra alteza y de los primeros conquistadores […]”, este testigo señalaba que Diego era un graduado, maestro en artes y bachiller en teología además de ser catedrático de artes y filosofía en la mencionada universidad.
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