El Gobernador enderezo su camino, y por sus jornadas llego a la tierra de Caxatambo . De alli se partio sin hacer mas que pedir algunos indios para que cargasen el oro de SM y de los soldados usando siempre de grande vigilancia en saber y tener noticia de las cosas que sucedian en la tierra |
27 |
Llegado alli vino un indio criado de un español que era de aquella tierra de Pambo , distante de aqui diez leguas y veinte de la ciudad de Xauxa , del cual se entendio que se habia juntado mucha gente de guerra en Xauxa para matar a los cristianos que venian |
28 |
Informado de esto el Gobernador mando echar prisiones al capitan Chilichuchima , porque se decia por cosa cierta, que por consejo y mandato suyo se habia movido aquella gente, pensando el huirseles a los cristianos e ir a juntarse con ella: de cuyos tratos no era sabedor el cacique Atabalipa, y por esto no dejaban estas gentes que ningun indio pasara a la parte del cacique para que no le pudiera dar noticia de estos tratos |
28 |
la cual se paso sin que parecieran los indios que se decia estaban armados. Y a la tarde, pasada la hora de visperas, llego el Gobernador, con su gente a aquel pueblo de Tarma , que por ser en mal sitio y tenerse nueva de que habian de venir a ella indios para sorprender a los cristianos |
31 |
viendo que no parecia ninguna gente de guerra, comenzaron a caminar para entrar en la ciudad, y al bajar aquella pequeña cuesta, vieron venir corriendo a gran furia un indio con una lanza enhiesta, y llegado a ellos, se hallo ser un criado de los cristianos, el que dijo que su amo lo enviaba a que les hiciera saber que debian darse prisa porque los enemigos estaban en la ciudad |
32 |
habian entrado a ver los edificios que habia en ella, y yendo registrandola, vieron unos veinte indios que salian de ciertas casas con sus lanzas y otras armas, llamando a los otros para que salieran y vinieran a juntarse con ellos |
32-33 |
haciendolos retroceder hasta la orilla de un gran rio que pasa por aquella ciudad, y entonces uno de estos españoles habia enviado el e indio que he dicho con la lanza enhiesta en señal de que habia en la ciudad enemigos armados |
33 |
Oido esto arrimaron los españoles las espuelas a su caballos y sin detenerse llegaron a la ciudad y entraron dentro; y encontrados sus compañeros ellos les contaron lo que les habia sucedido con aquellos indios , y corriendo los capitanes para aquella parte adonde se habian retraido los enemigos |
33 |
Corrieron luego la tierra hasta una legua mas abajo, sin hallar indio ninguno. Pues vueltos se reposaron ellos y sus caballos, que bien lo necesitaban, porque con la larga jornada hecha antes, y con haber corrido aquellas dos leguas estaban harto estropeados |
34 |
Quedaron los vecinos tan enemistados con ellos que si algun indio de estos se metia adentro y se escondia, lo mostraban a los cristianos para que lo matasen, y ellos propios ayudaban a matarlos |
34 |
Y como ya era llegada la noche volvieron a dormir a una aldea que dejaron atras, y el dia siguiente determinaron estos españoles seguir su camino la vuelta de Cuzco tras de los indios para tomarles ciertos puentes de red y no dejarlos pasar |
36 |
Camino el Gobernador dos dias por un valle abajo, a la orilla del rio de Xauxa que era muy deleitable y poblada de muchos lugares, y al tercer dia llego a un puente de redes que esta sobre el dicho rio, el cual habian quemado los soldados indios despues que hubieron pasado; pero ya el capitan que habia ido por delante habia hecho que los naturales lo repusieran |
41 |
Y en las partes en que hacen estos puentes de redes, donde los rios son crecidos, por estar poblada la tierra adentro lejos del mar, casi no hay indio alguno que sepa nadar |
42 |
Pues las guardas que estaban en este puente cuando pasaron los indios que lo quemaron escondieron los materiales que tenian para reponerlo, porque de otra manera los hubieran asimismo quemado, y por esta razon lo hicieron en tan poco espacio para que pasaran los españoles |
43 |
llego el Gobernador con esta gente a una aldea, que habian saqueado y quemado los indios enemigos, y por eso no se halló en ella gente ni maiz, ni otro mantenimiento, y el agua estaba muy lejos porque los indios habian roto las cañerias que venian a la ciudad |
44 |
salvo una en la que hacia saber que andaba tras de los indios enemigos, se temia que los contrarios le hubiesen tomado algun paso, de manera que no pudiera venir ningun mensajero suyo |
44 |
y a la tarde llegaron dos correos indios enviados por el capitan que iba adelante. Los cuales trajeron por cartas noticias al Gobernador, como era llegado con gran diligencia a la tierra de Parcos, la que habia dejado atrás |
46 |
Los caballos españoles comenzaron a dar sobre ella por las plazas hasta tanto que entre muertos y huidos no quedo persona alguna, porque habia pocos soldados indios que se habian retirado a una montaña aparte del camino |
46 |
Al cabo huyeron los indios y los caballos los siguieron por todas partes del monte mientras que pudieron. En estos dos encuentros quedaron muertos mas de seiscientos hombres y se cree que tambien murio Maila, el uno de los capitanes, porque todos los indios lo dijeron, y los de su parte cuando mataron el caballo le cortaron la cola y puerta en una lanza la llevaban por delante a guisa de estandarte |
47 |
no se podrian defender de ellos los indios en ninguna otra parte por dificil y trabajosa que fuese, ni ofender a los españoles en ningun mal paso; y que salido de aquí y pasado el puente que esta a tres leguas del Cuzco, alli esperaria al Gobernador como le habia informado, y que tuviera entendido que con indios lijeros le daria aviso de cuanto le aconteciera |
48 |
el capitan Narabaliba andaba huyendo con unos veinte indios y que se habia encontrado con dos mil indios que le habia mandado de socorro el capitan del Cuzco, los cuales como supieron la derrota de Bilcas se volvieron huyendo con el |
49 |
partio asimismo el Gobernador, al dia siguiente con diez de a caballo y los veinte peones que guardaban a Chilichuchima y apreto tanto el paso aquel dia que de dos jornadas hizo una. Ya que estaba para llegar al pueblo donde habia de dormir llamado Andabailla, vino huyendo un indio a decir que en cierta subida del monte que señalo con el dedo se habia descubierto gente de guerra enemiga |
51 |
la registro toda sin hallar la gente que el indio habia dicho, porque aquella era gente natural de la tierra que venia huyendo de los indios de Quito, porque le hacian grandisimo daño. Llegado el Gobernador y la compañia a aquel pueblo de Andabailla cenaron y reposaron aquella noche; y a otro dia llegaron al pueblo de Airamba donde habia escrito el capitan que estaba junta la gente armada para esperarlos en el camino |
51 |
como el capitan habia encontrado aqui gente de guerra y que por ganar la montaña habia subido una cuesta donde habia encontrado gran cantidad de piedra junta, señal de que quisieron aguardar aquí, y que andaban en busca de los indios porque tenian noticia de que no estaban muy lejos |
52 |
y contaron los indios que aquí estaban, que aquellos tablones fueron de un gran cacique, y que uno de los señores del Cuzco los gano y se los llevo asi en tablas, con las que el cacique vencido habia hecho una casa |
52 |
por lo que habiendo llamado a los españoles para ordenarlos en batalla no pudo esperar a juntarlos, porque los indios ya estaban cerca, y venian contra ellos animosamente; pero con los que hallo aparejados se adelanto a darles batalla |
53 |
Percibiendo los indios el cansancio de los caballos, comenzaron a cargar con mayor furia, y a cinco cristianos cuyos caballos no pudieron subir a lo alto cargo tanto la muchedumbre que a dos de ellos les fue imposible apearse y los mataron encima de sus caballos |
54 |
Plugo a Dios nuestro señor que los españoles ganaran un llano que habia en aquel monte y los indios se recogieron a una colina inmediata |
54 |
que pensando los indios que los españoles se retiraban bajaron abajo algunos de ellos tirándoles piedras con sus hondas y flechas. Visto por los cristianos ser ya tiempo volvieron las riendas a sus caballos, y antes que los indios pudieran recojerse al monte donde antes estaban fueron muertos unos veinte |
54-55 |
que pensando los indios que los españoles se retiraban bajaron abajo algunos de ellos tirándoles piedras con sus hondas y flechas. Visto por los cristianos ser ya tiempo volvieron las riendas a sus caballos, y antes que los indios pudieran recojerse al monte donde antes estaban fueron muertos unos veinte |
54-55 |
El capitan con los españoles acabo de subir a lo alto del monte, y aqui por ser ya noche acampo con su gente, y los indios acamparon asimismo a dos tiros de ballesta, de manera que en cada campo se oian las voces del otro |
55 |
mando que todos los caballos estuvieran ensillados y con los frenos puestos hasta el dia siguiente en que habia de pelear con los indios ; y trato de animar e infundir valor a los suyos diciendoles 'que de todos modos era menester dar en ellos a la mañana siguiente sin aguardar un instante, porque habia tenido nueva de que el capitan Quizquiz venia a los enemigos con un gran refuerzo, y que de ninguna manera convenia esperar a que se juntaran' |
55 |
los indios se estaban en su campo dando grandes voces y diciendo, 'esperad, cristianos a que amanezca que todos habeis de morir a nuestras manos y os quitaremos los caballos con cuanto teneis' |
56 |
De esta manera, de una y otra parte concurrian en el mismo pensamiento, mas los indios creian firmemente que no se les escaparian los cristianos |
56 |
pensando que pues una corta cantidad de indios respecto al número ponderado habia maltratado de tal modo a los cristianos en la primera accion |
56-57 |
y queriendo el Gobernador partirse sin aguardar a que pasaran los indios amigos, se vio venir un cristiano que reconocido desde lejos todos juzgaron que el capitan con los caballos habia sido roto y desbaratado, y que este traia la nueva en fuga |
57 |
Venido el dia, que fue domingo, montaron todos al alba y puestos en ala para hacer mejor rostro, se fueron la vuelta de los indios que en la noche habian determinado acometer a los cristianos |
57 |
En esto venian mil indios en una escuadron que mandaba el Quizquiz en socorro de los suyos, los que conforme vieron a los cristianos a caballo y tan a punto de guerra, tuvieron tiempo de retraerse al monte |
58 |
Entendida esta nueva por el Gobernador, se alegro mucho de la victoria que Dios nuestro señor le habia dado cuando menos la esperaba, y sin detenerse un punto mando que se pasara adelante con el fardaje y los indios que quedaban |
58 |
Asimismo te he rogado muchas veces que para bien de todos dieras traza de que estos indios enemigos con los que tu tienes influjo y amistad, se sosegaran y dejaran las armas, pues aunque habian hecho mucho daño y muerto a Guaritico que venia de Xauxa por mandato mio, lo perdonaria yo a todos |
58-59 |
y de esto no te quepa duda sino das traza de que estos indios amigos tuyos dejen las armas y vengan en paz, como te he dicho otras veces'. A todas estas razones estuvo atento Chilichuchima sin responder palabra |
59 |
Mas el no quiso ser cristiano diciendo que no sabia que cosa fuera esa ley, y comenzo a invocar a Paccamaca y al capitan Quizquiz , que vinieran a socorrerlo. Este Paccamaca tienen los indios por su Dios, y le ofrecen mucho oro y plata, y es cosa verificada que el demonio está en ese ídolo y habla con los que van a pedirle alguna cosa |
60 |
y preguntada la causa a unos indios dijeron que era un escuadron de los de Quizquiz que habia bajado del monte y le habia prendido fuego |
63 |
lo que habrian hecho si no fuera porque los indios se movieron con mucho animo a encontrarlos. Y antes de ser acometidos les cayeron encima en la falda de un cerro y en breve espacio los rompieron haciendolos huir al monte y matandoles doscientos. Otra escuadra de gente de a caballo traspuso por otra cuesta del monte en donde estaban de dos a tres mil indios |
63 |
visto ciertos indios que de nuevo volvian abajo, se pusieron a escaramuzar con ellos y se vieron en gran peligro, sino que fueron socorridos, y a uno le mataron el caballo, de lo que tomaron tanto animo los indios que hirieron cuatro o cinco caballos y un cristiano |
63 |
Los indios como no habian visto hasta entonces huir a los cristianos, pensaron que lo hacian con arte para atraerlos al llano, y despues acometerlos como lo hicieron en Bilcas |
63 |
En esto habia llegado el Gobernador con los españoles, por ser ya tarde asentaron el campo en un llano, y los indios se mantuvieron sobre el monte hasta la media noche a un tiro de arcabuz, dando gritos |
64 |
El cacique recibio mucho contento de esta orden y en termino de cuatro dias junto cinco mil indios y mas, todos bien a punto con sus armas, y el Gobernador mando con ellos un capitan suyo con cincuenta de a caballo |
65 |
diciendo que al anochecer habia llegado con la gente al real de Quizquiz a cinco leguas de allí, porque habia ido rodeando por otro camino, por donde le habia guiado el cacique ; pero antes que llegara al real enemigo encontró por el camino doscientos indios apostados en una hoya y que por la tierra aspero no puedo quitarles el fuerte |
66 |
a donde los indios se habian recogido, tiraban tantas piedras que a ninguno dejaban pasar, y por ser la tierra y el sitio de lo mas aspero e inaccesible que se habia visto, se volvieron atras, y todavia dijo que habia muerto doscientos indios , y el cacique se alegró mucho de cuanto se habia obrado |
66 |
El cacique dijo que el habia mandado su gente al alcance de los enemigos, y que pensaba que les harian algun daño, y asi dentro de cuatro dias vino luego nueva de que les habian muerto mil indios . El Gobernador encargo otra vez al cacique que hiciera juntar mas gente, que el queria mandar con ella caballos suyos para que no parara hasta echar de la tierra a los enemigos |
67 |
habiéndose de partir dentro de dos dias el capitan español con los indios y el cacique para ir contra los enemigos, no pudiendo durar siempre las cosas en un mismo ser por estar sujetas a las varias vicisitudes del mundo que cada di acontecen |
68 |
fue informado por el Gobernado por algunos españoles e indios amigos y aliados naturales de la tierra, de que se trataba y platicaba entre los principales del cacique de juntarse con la gente de Quito y otras cosas de que lo acusaban |
68 |
era fiel y verdadera la amistad del cacique a los cristianos que lo querian tanto, queriendo saber la verdad del hecho, a otro dia llamado el cacique y otros principales a su aposento les dijo lo que se contaba de ellos, de lo cual hecha averiguación y dado tormento a algunos indios resultaron el cacique y los principales sin culpa ninguna |
69 |
así en la guarda de la ciudad y en el buen trato de los caciques que estaban dentro de la ciudad con él, como en informarse y entender sotilmente todos los pasos de los enemigos. Y la mayor sospecha que tenia era de los indios que estaban dentro de la población, que eran en gran cantidad, y de los comarcanos, porque casi todos estaban de acuerdo con los enemigos |
71 |
Con este acuerdo, los indios de Quito pasaron con intento de que un capitan con quinientos de ellos viniera de la parte de un monte y pasaran el rio que dista un cuarto de legua de la ciudad |
71 |
se pusiera en lo mas alto del, monte para asaltar la ciudad un dia concertado entre ellos, y el capitan Quizquiz e Incurabaliba , que eran los principales capitanes, habian de venir por el llano con el mayor de gente, lo que se supo pronto por medio de un indio a quien se le dio tormento |
71 |
…de que nació grande alteración entre los indios naturales de Xauxa que servian lealmente a los cristianos, de donde se presumió que toda la tierra estaba alzada como se ha dicho |
71-72 |
Los corredores españoles dieron en los indios que habian pasado el puente los cuales se retiraron y los españoles hubieron de pasar el puente tras ellos con algunos peones ballesteros que les habia mandado el tesorero, de manera que los indios se volvieron huyendo con mucho daño |
72 |
pensando que la noche siguiente vendrian los indios a embestir la ciudad y a tratar de quemarla, como se decia que tenian intento de hacerlo |
72 |
fue a ver en que parte habian asentado al campo los indios enemigos y cuanto se habian acercado a la ciudad, (porque los indios que de esto daban aviso no sabian porque estaban, y asimismo porque los enemigos tomaban los caminos para que nadie diera aviso) |
72 |
y visto el lugar donde estaban los indios y la calidad del sitio, se volvió a la ciudad a la que llegó despues del mediodia. Visto por los indios enemigos que los españoles los habian descubierto |
73 |
y al dia siguiente por la mañana despues de oir misa tomo el tesorero veinte caballos lijeros y veinte peones con dos mil indios amigos, dejando en la ciudad otros tantos españoles de a caballo y otros tanto de a pie |
73 |
Salidos de la ciudad los españoles con el lugarteniente, vieron que los indios de Quito habian cruzado el rio pequeño con sus escuadrones, en los que podria haber hasta seis mil de ellos, que viendo a los españoles se retiraron y volvieron a pasar de la otra banda |
73 |
y viendo los indios su determinación se retiraron huyendo a un monte agro, donde murieron unos ciento |
74 |
y salieron la vuelta de ellos veinte españoles con mas de tres mil indios amigos, y los acometieron en aquel monte, donde estaban fortalecidos y mataron muchos |
74 |
persiguiéndolos mas de tres leguas con muerte de muchos caciques comarcanos que estaban a favor suyo; con cuya victoria quedaron tan contentos los indios amigos como si ellos solos la hubieran alcanzado. Los indios de Quito se volvieron a juntar otra vez en un sitio que se llama Tarma distante cinco leguas de Xauxa |
74 |
Hizo fundir todo el oro que se habia recogido, que estaba en pedazos, lo que hicieron en breve los indios prácticos en el oficio |
75 |
Y fueron repartidos y dados en servicio de SM doce mil y tantos indios casados en la provincia del Collao , al medio de ella cerca de las minas, para que sacaran oro para SM |
78 |
se hace larga mencion en el libro de la fundación de esta colonia y en el registro del depósito que se hizo de los indios comarcanos; dejando a la voluntad de SM el aprobar, confirmar o enmendar estas cosas segun que le parezca convenir mejor a su real servicio |
78 |
Vueltos a Xauxa , el mariscal D. Diego de Almagro, que cuando el capitan y españoles vinieron del Cuzco habia venido con ellos por orden del Gobernador a visitar los indios comarcanos para ver y saber el estado en que estaban las cosas de aquella ciudad y de sus vecinos, salio a visitar los caciques y señores de la comarca de Chincha y Pachacama , y los otros que tienen sus tierras y viven en las costas del mar. En tal estado halló las cosas el Gobernador cuando llegó a Xauxa , y descansando del largo viaje sin proveer nada en los primeros dias en cosa alguna, esperaba los indios para ir a echar a los enemigos del fuerte que habian tomado y acabar con ellos |
80 |
me puse a seguir mi viaje a la ciudad de San Miguel, y pasando del otro lado del rio grande fui informado por los indios de la tierra de que venian cristianos por aquel camino |
80 |
Llegados a San Miguel, el capitan que estaba en aquella ciudad con los doscientos, de ellos setenta de a caballo, se habia ido a las provincias de Quito para conquistarlas, y ellos que serian hasta treinta personas con sus caballos sabiendo las conquistas que se hacian en el Cuzco y la falta que habia de gente no quisieron ir con el capitan a aquellas provincias de Quito , y asi se venian para Xauxa , y les dieron noticia de todo lo sucedido aquí, y de la guerra traer mas presto las nuevas de lo sucedido aquí, y de la guerra que se habia tenido con los indios de Quito |
81 |
ordeno el lugar y sitio donde se habia de levantar la iglesia en aquella ciudad de Xauxa , la cual mando que hicieran los caciques de la comarca, y fue edificada con sus gradas y puertas de piedra. En este intermedio llegaron como cuatro mil indios de guerra de la ciudad del Cuzco de los que el cacique habia mandado llamar |
83 |
Dicen los indios que hay en ella una laguna grande de agua dulce, y enmedio tiene dos islas |
86 |
Hay mas de seiscientos indios sirviendo en este lugar y mas de mil mugeres que hacen chicha para echarla sobre aquella piedra Tichicasa . Las ricas minas de aquella provincia del Collao estan mas allá de este lago que se llama Chuchiabo |
93 |
Los españoles sacaron de aquellas minas una carga de tierra y le trajeron al Cuzco sin hacer otra cosa, la cual fue lavada por mano del Gobernador, habiendo tomado antes juramento a los españoles de si habian puesto en ella oro, o si habian hecho otra cosa que sacarla de la mina como la sacaban los indios que la lavaban, y lavada se sacaron de ella tres pesos de oro |
96 |
Todos los que entienden de minas y de sacar oro, informados del modo con que lo sacan los naturales de esta tierra, dicen ser toda la tierra y los campos minas de oro , que si los españoles dieran herramientas e industria a los indios del modo con que se ha de sacar |
96 |